La eficacia es seguramente el principal factor a tener en cuenta a la hora de comercializar un producto fitosanitario, pero no el único. La persistencia en los diferentes elementos del ambiente (suelo, planta, aguas superficiales y subterráneas. Etc.) también es un factor importante: determina el impacto ambiental del producto y, en ocasiones, puede influir en su eficacia. Determinar la persistencia de los productos en el suelo es especialmente importante en el caso de aquellos que van dirigidos a patógenos que desarrollan parte de su ciclo vital en él, como es el caso de la mosca del olivo, cuyas pupas crecen bajo tierra.
Es por esto que en el proyecto INNOLIVAR, en el cual Futureco Bioscience está desarrollando un producto bioinsecticida a base del hongo entomopatógeno Metarhizium brunneum cepa EAMb 09/01–Su para control de la mosca del olivo, los investigadores del Departamento de Biología molecular han testado la persistencia de nuestros formulados en el suelo, a través de un método de PCR cuantitativa en tiempo real.
Los resultados, recopilados en la Ecoletter 29, han validado la metodología de detección y, además, demuestran que el hongo formulado tanto en polvo mojable, como en aceite dispersable puede persistir en el suelo más de 200 días, con niveles elevados. Curiosamente, el formulado de microesclerocios ha registrado una dinámica de persistencia en el suelo más variable: un gran aumento en los niveles de M. brunneum (de hasta 7 órdenes de magnitud) que se correlaciona con la llegada de la primavera y la consecuente subida de las temperaturas. Esta dinámica concuerda con la función biológica de los microesclerocios, formas de resistencia compuestas por hifas condensadas que se desarrollan y esporulan sólo cuando las condiciones ambientales son favorables.